La guía definitiva para renovar tu casa

Reformas integrales sin errores

  Hay un momento en el que lo sabes. Te das cuenta de que tu casa ya no te representa. Ya no te acompaña. Las paredes parecen más frías, los espacios más caóticos. Te preguntas si con pequeños cambios bastaría, pero la intuición es clara: ha llegado el momento de empezar de nuevo.

Desde el estudio, entendemos las reformas integrales no como una acumulación de soluciones para diferentes puntos de la casa que no están funcionando ahora mismo (cambiar la ducha por aquí, tirar aquella pared, añadir una isla de cocina o poner una cristale), sino como una oportunidad para repensar cómo queremos vivir, qué no nos deja ser nosotros mismos en casa y desde esta reflexión tomar decisiones integrales que mejoren el conjunto con equilibrio, una reforma integral es un viaje hacia el hogar que te devuelva el equilibrio. Espacios donde respirar, donde la luz entra y permanece, donde cada textura tiene un sentido y cada decisión un propósito.

Esta guía nace de la experiencia, de decenas de procesos compartidos con clientes que viven independientes, en pareja o en familias… Gente real que quería reconectar con su casa o que compró una vivienda anticuada con la experiencia de crear algo nuevo, especial y a medida. Por eso no vas a encontrar aquí fórmulas vacías. Solo ideas claras y consejos honestos.


Pasos, sí. Pero sobre todo claridad, visión y decisiones con sentido.

Reformar una casa es mucho más que renovar espacios: es tomar decisiones que afectan cómo vas a vivir. En este post vas a encontrar claves importantes para entender bien en qué consiste una reforma integral y cómo abordarla con cabeza, sin caer en errores comunes ni perder el control del proceso.

Aquí vas a entender:

  • Qué significa una reforma integral de verdad, con sus implicaciones más allá de lo físico.
  • Cuáles son los errores más frecuentes en reformas de vivienda y cómo evitarlos sin perder la calma.
  • Cómo plantear un presupuesto de reforma integral en Madrid sin trampas ni sorpresas.
  • Qué papel juegan el diseño, la sostenibilidad, los materiales y los ritmos de vida en cada elección.
  • Qué preguntas hacerte antes de derribar el primer tabique.
  • Y cómo trabajar con un equipo que no solo construye, sino que piensa contigo.

Si sientes que tu casa necesita algo más que un cambio estético, sigue leyendo.


Reformar no es sólo cambiar. Es entender cómo quieres vivir

¿Qué implica realmente una reforma integral?

Reformar de forma integral es parar y volver a empezar. No desde cero, sino desde otro lugar. Desde quién eres hoy. Implica mirar tu casa con ojos nuevos, detectar lo que ya no funciona, y diseñar, con calma, lo que necesitas para sentirte en casa, lo que acompaña tu modo de vida y forma parte de quien tú eres. Una reforma integral no es solo renovar instalaciones o alisar paredes. Es repensar los recorridos, atrapar la luz, ordenar lo que se había dispersado. Es recuperar el confort, el silencio, el aire limpio. Y es hacerlo con sentido estético, técnico y humano.

En nuestro estudio, entendemos que una reforma integral es una oportunidad perfecta para entenderte mejor y cambiar la manera en la que vives y habitas tu casa. No hay dos proyectos iguales, porque no hay dos personas ni maneras idénticas de vivir.

Antes de empezar: los tropiezos más habituales
  • Reformar por urgencia, no por visión

Muchas veces el deseo de reforma nace de una molestia: el baño que se queda pequeño, la cocina que no fluye, insuficiente espacio de almacenamiento… Pero si solo atendemos lo urgente, perdemos la visión de conjunto. Y esa visión es la que da coherencia, calma y belleza a todo el hogar y es donde miramos con otros ojos y ocurre el verdadero cambio.

  • Elegir sin acompañamiento técnico

Confiar en Pinterest, en un manitas que te han recomendado o en una tienda de materiales puede ser tentador. Pero una reforma es una actuación compleja donde cada paso y decisión afecta al siguiente. Es una intervención que involucra muchas disciplinas y que afecta de lleno a lo más íntimo de tu vida: tu forma de habitar, tu descanso, tu seguridad y, sobre todo, tu economía. Cada decisión mal tomada, cada detalle mal ejecutado, se traduce en retrasos, disgustos y sobrecostes. Lo barato, en este contexto, suele salir muy caro. Por eso es clave rodearse desde el inicio de profesionales cualificados, que diseñen contigo, preparen un proyecto sólido y acompañen la ejecución con mirada técnica y experiencia. Ellos no solo piensan en la estética, piensan en el orden, la viabilidad y el presupuesto. Cuando hay un plan claro, todo encaja mejor: la obra fluye, se evitan errores, y tu inversión de tiempo, dinero y energía se convierte en algo que merece la pena, en lugar de en una fuente de problemas.

  • No hablar de sostenibilidad desde el inicio

La sostenibilidad no empieza en el reciclaje ni en las placas solares: empieza dentro de casa, desde los materiales que eliges y cómo decides vivir con ellos. Una madera natural puede durar toda la vida si se cuida bien; una pintura saludable no solo decora, también protege el aire que respiras. La sostenibilidad real también implica eficiencia: aislar bien, aprovechar la orientación de la vivienda, protegerse del calor excesivo con soluciones pasivas y elegir materiales con buena inercia térmica que ayuden a mantener una temperatura estable sin depender continuamente de la climatización. Porque encender y apagar constantemente el aire o la calefacción solo hace que el sistema trabaje más y consuma más.

Pensar en una casa sostenible es pensar en lo que no se ve a simple vista: en instalaciones eficientes, en electrodomésticos con buen rendimiento, en iluminación LED, incluso en sistemas de domótica que optimicen el uso de energía. Es también una elección ética: preferir materiales locales, marcas nacionales y soluciones que generen menos huella. Una casa bien pensada no solo cuida del planeta, también cuida de ti, hoy y a largo plazo.
 
  • No contar con un equipo alineado
Una reforma es una experiencia intensa, larga y llena de decisiones. Por eso, más allá de la experiencia técnica, es fundamental rodearte de un equipo que entienda tu forma de vivir, tus prioridades y tu manera de ver el mundo. Si tú valoras la sostenibilidad, el cuidado por los detalles o un enfoque sereno y planificado, pero trabajas con personas que solo van a lo rápido o a lo fácil, lo más probable es que acabes frustrado. No se trata solo de ejecutar una obra, sino de construir un espacio que hable de ti. Tener un equipo alineado a tus ideales en lo estético, en lo ético y en lo práctico marca la diferencia entre sentir que estás en buenas manos o estar corrigiendo constantemente el rumbo. 
 
Una hoja de ruta real: cómo lo hacemos paso a paso

Escuchar antes que proyectar

Antes de trazar líneas, nos sentamos contigo. Escuchamos cómo vives, qué te molesta, qué deseas. Observamos cómo entra la luz, cómo respira la casa. Sólo entonces empezamos a pensar en soluciones.

Diseñar con propósito

Creamos planos, elegimos materiales, definimos paletas, texturas. Diseñamos recorridos, abrimos visuales, buscamos fluidez. Y todo lo hacemos pensando en cómo será vivir ahí, no solo cómo se verá.

Si quieres conocer con más detalle cómo abordamos cada proyecto, desde la primera conversación hasta la entrega final, conócenos un poco más..

Estimar con honestidad

Hablar de dinero puede generar vértigo, lo entendemos. Por eso, para nosotros un presupuesto no es una cifra lanzada al azar, sino el reflejo fiel de un proyecto bien pensado. Primero diseñamos contigo un proyecto básico, luego lo desarrollamos técnicamente, y solo entonces podemos desglosar cada partida con su precio real. No trabajamos con aproximaciones vacías ni estimaciones genéricas: trabajamos con datos, decisiones y planos.

Desconfía de quien te da un presupuesto sin haber definido antes qué se va a hacer. Es como ir a un concesionario y pedir un precio sin decir qué coche quieres. El vendedor te preguntará el modelo, los extras, los acabados… y solo entonces podrá darte un presupuesto claro, detallado y realista. Con una reforma, pasa exactamente lo mismo. Un presupuesto honesto es el resultado de un proyecto claro. Y solo así se evitan los sustos, los sobrecostes y las promesas que se diluyen en obra.

Gestionar los permisos

En Madrid, según el tipo de reforma, necesitaremos una Declaración Responsable o una Licencia de Obra Mayor. Nosotros lo tramitamos por ti, para que no tengas que estar pendiente de cada paso administrativo.

Ejecutar con orden y respeto

La obra es, por naturaleza, una fase intensa. Hay ruido, polvo, imprevistos y decisiones que a veces hay que tomar sobre la marcha. Pero eso no significa que tenga que vivirse con caos. Por eso trabajamos con equipos de confianza y con respeto: hacia tu casa, tus tiempos, tus rutinas y tu intimidad.

Entrar en un proyecto en obra es entrar también en la vida de alguien, y eso requiere sensibilidad. Ese cuidado lo aplicamos en todos nuestros proyectos, grandes o pequeños. Porque ejecutar bien no es solo seguir un plano: es mantener el orden, comunicar cada paso, anticiparse a los problemas y trabajar como si fuera nuestra propia casa. La técnica, la planificación y el respeto no son complementos, son la base de una reforma que realmente funciona. Por ejemplo en esta vivienda de Chamberí cada decisión técnica va de la mano de un respeto profundo por el modo de vida de quien habita el espacio.

Entregar un hogar, no una obra

Cuando todo está listo, revisamos contigo cada estancia, cada acabado. No nos vamos hasta que todo esté en su sitio. Te dejamos recomendaciones de cuidado, y si lo necesitas, te acompañamos también en el proceso de elección de muebles, textiles, iluminación y decoración.


Más allá de la obra: claves invisibles que hacen la diferencia 

En una reforma integral, lo que más transforma tu casa no siempre es lo que se ve a simple vista. Hay decisiones técnicas, detalles constructivos y formas de planificar que marcan la diferencia entre una obra que simplemente se termina… y una que realmente se disfruta. Desde cómo entra la luz hasta cómo fluye el aire, desde los materiales hasta la distribución: todo suma. Y cuando se piensa bien desde el principio, se nota en el resultado.

Diseñar para habitar (de verdad)

Diseñar no es decorar. Es imaginar cómo vas a vivir ese espacio en el día a día. Reformar con sentido no es llenar la casa de cosas, sino liberar lo innecesario para ganar luz, calma y funcionalidad. Pensamos en cómo te vas a mover, qué necesitas a mano, dónde querrás sentarte a leer o a tomar un café. Una casa bien diseñada no solo se ve bonita: se siente cómoda, fácil, acogedora…

Materiales que cuentan una historia

Elegir materiales no es solo cuestión de estética, sino de honestidad. Nos gusta trabajar con materiales que envejecen bien, que aceptan el paso del tiempo con dignidad: maderas naturales, piedras con carácter, textiles nobles. No buscamos la perfección de catálogo, sino la belleza de lo real. Porque tu casa está para vivirla, no para mantenerla impecable a toda costa. Nos gusta que los materiales sean respetuosos y que colaboren a que vivas en un entorno sano y acogedor. Cuando eliges bien desde el principio te ahorras reformas a medio plazo, y cuando hablamos de materiales naturales todo envejece con gracia y cuenta su historia y la tuya…

Si no puedes mudarte durante la reforma

Sabemos que no siempre es posible irse de casa durante las obras. Y aunque lo ideal sería trabajar en un espacio vacío, también sabemos adaptarnos. En esos casos, planificamos cuidadosamente por fases, protegemos las zonas habitadas, marcamos plazos respetuosos y mantenemos una comunicación constante. ¿Es más complejo? Sí. ¿Es mas incómodo? También ¿Es posible? Si, si no estamos hablando de una reforma integral y si se hace con cuidado y empatía. Eso sí, los plazos podrían alargarse y el coste podría ser mayor (porque es menos eficiente trabajar por fases de logística e la vivienda que seguir el transcurso normal de una obra)

Preguntas reales de personas que, como tú, querían transformar su casa
 
Preguntas reales de personas que, como tú, querían transformar su casa

¿Cuánto suele durar una reforma integral?

Cada caso es único. Pero lo importante no es correr, sino hacer bien las cosas. Un piso medio puede tardar entre 3 y 6 meses, uno mas grande, complejo o con elementos a medida podría ser entre 6 y 9 meses. Si el proyecto incluye cambios estructurales o un proyecto visado los tiempos se alargan… pudiendo llegar al año y medio o dos años.

También hay que contar con el tiempo que necesita un proyecto para fraguarse, en el que nos conocemos, reflexionamos, diseñamos y desarrollamos el proyecto de ejecución, que forman parte esencial del proceso. 

En conclusión no hay una única respuesta, porque cada vivienda, cada proyecto y cada forma de habitar implican tiempos distintos. Lo que sí podemos decirte es que el ritmo adecuado no es el más rápido, sino el más coherente y que asegure la correcta definición y ejecución de lo que se quiere lograr.
 
En nuestro estudio la mayoría de los proyectos se desarrollan al completo dentro de los primeros 365 días después del día en que hablamos por primera vez. En ese tiempo transformaremos por completo tu casa desde las primeras ideas, la concepción del diseño, pasando por la ejecución de obra, y el interiorismo, amueblamiento y equipamiento. Así que una buena estimación podría ser esa.

¿Puedo pedir un presupuesto sin tener el proyecto?

Sí y no. Te explicamos, puedes conseguir un presupuesto pero será solo una estimación general. Podrá estar calculada según la superficie total de tu casa y una media del coste €/m2 de los proyectos similares que se hayan desarrollado en los últimos meses. El presupuesto detallado y real solo puede hacerse una vez tenemos un proyecto definido, con planos, mediciones y decisiones claras. No pierdas el tiempo en comparar presupuestos que solo responden a estimaciones porque podría haber mucha variación después. SI quieres comparar presupuestos asegúrate que todo el mundo te presupuesta unos mismos conceptos y que estos están lo suficientemente detallados y desglosado y de igual forma. No puedes comparar peras con manzanas. Pero no te preocupes, nosotros te acompañamos paso a paso.

¿Qué errores son más frecuentes?

  • Pensar soluciones concretas en lugar de elegir estrategias completas
  • Elegir por estética sin pensar en uso o coste. O elegir sin pensar en la armonía.
  • Inspirarte en redes sociales y pinterest sin aplicarles criterio ni entender qué hay detrás. Cuidado con las imágenes realizadas por IA
  • No confiar en el criterio de los técnicos. Valora siempre su opinión e intenta entender el motivo de cada idea. 
  • Empezar la obra sin un proyecto definido, presupuesto desglosado y sin haber firmado contratos.
  • Cambiar de idea constantemente durante la obra. Entorpeciendo y paralizando la ejecución. Te arriesgas a que las nuevas decisiones afecten a otros aspectos del proyecto y se tenga que resolver otros aspectos afectados en cadena.
  • Buscar atajos que luego salen caros. Cómo intentar ahorrar en algún aspecto importante y luego sufrir las consecuencias. A menudo enmendar algunos errores puede ser frustrante y caro.

¿Y si tengo dudas durante la obra?

Las tendrás. Es parte del proceso. Lo importante es que no estarás solo. Estamos cerca para explicarte cada paso, resolver tus dudas y ajustar lo que haga falta. No entendemos la obra como algo que se te impone, sino como un camino que se recorre juntos.
 

Reformar no es hacer una casa nueva. Es hacer una vida nueva. 
Una reforma integral no es solo un cambio de suelo o de distribución. Es una oportunidad para rediseñar tu forma de vivir. Para mirar tu día a día con intención y decidir qué necesitas, qué sobra y qué te hace bien.
Si has llegado hasta aquí, quizá ya lo intuyes: que tu casa puede ser más clara, más amable, más coherente contigo.
Desde nuestro estudio, podemos ayudarte. No con soluciones rápidas ni promesas vacías, sino con un proceso cuidado, honesto y respetuoso. Que pone en el centro a las personas y que transforma no solo el espacio, sino también la forma en que lo habitas.

Hablemos de cómo podríamos empezar.

COAM – CW

Hortaleza, 63

Madrid 28004